EL GOLLUM Y EL BILBO QUE LLEVAMOS DENTRO
Llevo días revisionando la saga
completa de El Hobbit y El Señor de los Anillos y ya aprovecho para decir que
es una película que aconsejo desde mi página web www.vivelcoaching.com.
Por otro lado, también estoy
terminando de leer el libro de Rafael Santandreu “La Gafas de la Felicidad”,
libro que también recomiendo. Y el caso es que, aunque aparentemente no tengan
mucho que ver tales películas con el mencionado libro, he descubierto lo que
los une a partir de mi formación como Coach Profesional y los conceptos de “Gafas
Proactivas” y “Gafas Reactivas”. Este par de conceptos ayudan a identificar la
multitud de sentimientos y emociones que experimentamos ante las diversas
situaciones que se nos presentan en la vida.
Veamos: Pues sí, todos llevamos
un Gollum dentro que nos hace reaccionar de manera que restamos energía a
nuestra propia forma de actuar ante cualquier situación. Para empezar, Gollum
se encierra en su cueva ocultándose del mundo para disfrutar él solo del poder
de ese anillo y ese encierro le lleva a actuar con desaliento, sin iniciativa,
siempre excusándose para no desprenderse de él; retrocediendo ante la
adversidad, culpando al mundo de su situación, creándose una inseguridad que lo
lleva hasta el más agudo de los deterioros físicos; desconfía de todo, de
todos,… De pronto pasa de una actitud sumisa y falsamente amable a una
agresiva, insolente y arrogante manera de actuar. Se queda, como digo,
encerrado y estancado en las cavernosas,
húmedas y frías grutas de la más profunda de las montañas preso de su
situación, de su obsesión, de su perdición,… Si este elemento llevara gafas,
sin duda portaría Gafas Reactivas.
El otro personaje que menciono en
el título, Bilbo. Al principio de El Hobbit, J.R.R. Tolkien nos presenta a un
Bilbo acomodado, tranquilo en el acogedor agujero de un hobbit; agujero, en
este caso, sinónimo de hogar, confortabilidad y buena comida en la despensa.
Sin embargo, por no desvelar detalles, los avatares de la historia hacen que
Bilbo abandone todo eso para ver “el mundo de ahí fuera”. Vemos cómo el
personaje empieza a transformarse a través de la aventura convirtiéndose en
alguien dinámico, que va descubriendo su propio valor y ponerlo sin duda al
servicio de los demás; es alguien capaz de crear cambios en su vida, que suma
en este singular grupo para alcanzar los objetivos, alguien que crea
oportunidades, reflexivo, responsable de sus actos,… alguien que empieza a
confiar en los demás y a abrirse, que crece a partir de la humildad y que, sin
duda, pasa a ser una persona enfocada en el éxito. Si Bilbo portara unas gafas,
éstas serían una Gafas Proactivas.
Estos personajes los llevamos
dentro de cada uno, sólo es necesario desarrollar algo de conciencia y
plantearnos la siguiente pregunta: “¿Cómo
estoy percibiendo la situación y cómo estoy actuando?”… Sí, se puede elegir
y se puede entrenar para desarrollar esta conciencia y optimizar así nuestras
opciones de actuación. ¿Te atreves a hacerte esta pregunta?
Antes de despedirme, me gustaría
resaltar algo: Tanto Bilbo, como después también lo haría su sobrino Froddo, en
un momento determinado de la aventura, se mostraron compasivos, piadosos y comprensivos
con el oscuro personaje. De esto infiero que debemos aplicarnos esa compasión,
piedad y comprensión a nosotros mismos aun cuando no nos guste nuestra propia
forma de actuar y alejarnos así de la fustigación, la tortura y el castigo que
nos infligimos. En la vida real la aventura la llevamos dentro incluyendo a sus personajes, así pues, cada emoción y cada sentimiento que experimentamos cumple, como
Gollum y Bilbo, con un papel en particular y a ello debemos prestar atención y actuar
en consecuencia…“¿Cómo estoy percibiendo
la situación y cómo estoy actuando?”.
Hasta el próximo post, amig@s.
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