¿EN QUÉ CONSISTE UN PROCESO DE COACHING?

 

Un proceso de Coaching es una experiencia que consiste en un conjunto de fases adecuadamente secuenciadas y cuidadosamente organizadas de un entrenamiento que tiene como fin alcanzar un objetivo. Un entrenamiento emocional, intelectual, social y, si procede, incluso físico.

Dice José Antonio Marina que “La plasticidad del cerebro depende finalmente de cuánto se usa. Cada vez que aprendemos algo, nuestro cerebro cambia. Mediante la experiencia esculpimos nuestro propio cerebro”. ¿Y acaso no es la experiencia un ir hacia delante en el transcurso del tiempo?, ¿no es también un conjunto de oportunidades para reconocer nuestros recursos, nuestras carencias y las posibilidades que hay de conseguir transformar esto segundo en lo primero? Y esa experiencia, que acabará esculpiendo nuestro cerebro, influirá en nuestra forma de movernos por el mundo, en el empleo de nuestro intelecto y, sobre todo, en la gestión que, hasta el momento, hemos hecho de nuestras emociones.

Hoy en día, en nuestra sociedad, la figura del Coach se presenta como una clave para experimentar ese “ir hacia delante”, hacia la consecución de una meta. Transcribo aquí las palabras de Juan Carlos Cubeiro de su libro “Por qué necesitas un Coach” (2011): “Según distintas investigaciones, cuando una persona trata de mejorar por sí misma sin la ayuda de un profesional con el que dialogar, lo consigue en menos de un 10% de los casos (en realidad, todos lo sabemos; por ejemplo, cada fin de año nos marcamos buenos propósitos que casi nunca se consiguen a lo largo del siguiente ejercicio). Cuando un individuo lo hace a través de un proceso de Coaching serio, riguroso, profesional, realizado por un experto, alcanza los objetivos que deseaba en más de un 85% de los casos. Es la “magia” de conseguir el cambio deseado.”

Para el Coachee y para el coach, recorrer este camino, codo con codo, supone un autodescubrimiento, una revelación de sí mismo, el 2.0 de la versión que uno es ahora.

Técnicamente hablando, hay varios modelos a través de los cuales trabajar con el coachee. Y unos pueden alimentarse y complementarse de los otros. Sin embargo, el que presenta los elementos esenciales de un proceso profesionalmente concebido es el Modelo GROWcon el que, grosso modo, se trabaja en tres fases perfectamente definidas:
1)      Identificación de un Objetivo preciso y concretado.
2)   Toma de conciencia de la Realidad del Coachee (el Cliente), de su entorno y su relación con lo que le rodea.
3)      Configuración de un Plan de Acción y Seguimiento del mismo.

El coaching es movimiento, “(…) y la gente que se movía sobrevivía y la que no... ¡EL MOVIMIENTO ES VIDA!”, dice Gerry Lane, protagonista del film “World War Z”, película basada en la novela de Max Brooks con el mismo título.

MOVE!!!... ahora, sólo, para encontrar tu meta, tu objetivo (de los que hablaré en próximos blogs).

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