LAS 4 ESTACIONES (I)
No
voy a hablar de pizzas (con lo que me gustan) ni de las épocas del año, sino a
comentar las etapas más significativas de un proceso de coaching, de
entrenamiento, para el cambio. A saber:
- Zona de Confort
- Zona de Aprendizaje
- Zona de Pánico
- Zona Mágica
La Zona de
Confort se define, en coaching, como ese contexto (intelectual, social, cultural,…) que la
persona se crea, de forma consciente o inconsciente, y acaba por delimitar su
existencia obteniendo así sensaciones de acomodo, conformidad,… que tiende a una
rutina sin sorpresas ni riesgos, pero también sin alicientes ni estímulos. En
esta clase de situación se puede hacer bien poco: es una circunstancia
cotidiana que se domina, que se conoce, (puede ser agradable o desagradable)…
al no abordar retos, no hay grandes transformaciones, no hay que realizar
esfuerzos, por tanto, ni hay crecimiento ni evolución.
Me
recuerda, lo que estoy escribiendo, a la serie Mr. Robot (que mi colega, compañera y querida amiga Jara me recomendó) y al monólogo de su
protagonista, Elliot Alderson (cap. 2x01):
“Hoy ha empezado como ayer, y como anteayer,
y como el día anterior, y así cada día durante el último mes,… Un bucle, mi
bucle perfectamente construido. A las ocho de la mañana, mi rutina diaria
comienza con un desayuno con mi amigo Lion, (…) no tengo que decir nada, pero
es perfecto para mí, simplemente tengo que escuchar. A las diez ayudo con las
tareas del hogar. A las 12 del mediodía, como con Lion. A las dos veo un
partido de baloncesto (…). A las cuatro y media de la tarde vuelvo a limpiar la
casa. A las seis de la tarde ceno con Lion. Se puede decir que comemos juntos
la mayoría de las veces (…) He estado escribiendo un diario. Es la única manera
de mantener mi rutina funcionando como debe y entonces me voy a la cama (…)
Todo lo que hay para mi es un ordinario y análogo sueño que acaba el bucle del
día (…) repetir las mismas tareas cada día sin nunca tener que pensar en ellas
¿No es lo que todo el mundo hace? (…) ¿No es ahí donde se está más cómodo? ¿en
la monotonía?”.
¿Es
perniciosa la Zona de Confort? Seré claro: “visitar” la Zona de Confort (si es
agradable) sería lo adecuado, es segura y se puede descansar, se puede
recuperar fuerzas, se da uno tiempo para reflexionar, revisar lo que se ha
hecho, pronosticar qué se puede seguir haciendo,… pero no es aconsejable
instalarse en ella: al no presentar desafío alguno acaba por oxidar,
anquilosar, agarrotar la capacidad de impulso, las ganas de conocer, de
experimentar y, personalmente, uno se va arrugando antes de tiempo. En casos
más extremos se puede caer en depresión, por no hablar del desarrollo de
fobias, cansancio crónico… etc. Pero si es desagradable (discutir frecuentemente con tu pareja,
soportar que el jefe te machaque, no establecer relaciones sociales o tener relaciones
tóxicas,…) y no se sabe gestionar de
otra manera y no se entrena para algo nuevo, el resultado va a ser “más vale lo malo conocido, que bueno por
conocer”, en fin, oxidación, artritis emocional, gesto quebradizo,… etc.,
etc., etc…
El
autor de “Las Nuevas Reglas del Juego”, Robert Allen, nos dice: “Todo lo que quieres en la vida está fuera de
tu Zona de Confort”.
La
siguiente estación sería la Zona de Aprendizaje. Pero esto lo dejaré para el
siguiente blog.
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